« Hermano Peregrino » también se dice en Japonés.
El Kumano Kodo representa el equivalente nipón al Camino de Santiago. Ademas, tienen un convenio que hace que el carné de peregrino viene en bilingüe.
Ya hemos hecho la primera mitad.
Seria mas justo decir « la primera parte ».
Como su equivalente ibérico, el Kumano Kodo es en realidad una red de caminos. Pero aquí no hay una sola llegada posible sino tres que forman la triada sagrada (el Kumano Sanzen): el Kumano Hongu Taisha, el Kumano Nachi Taishay el Kumano Hayatama Taisha.
Históricamente se empezó a recorrer estas tierras en búsqueda de ayuda espiritual en la época Heian, o sea hace casi mil años.
Se convirtió en un peregrinaje de obligación para el emperador y su corte, y luego para los señores guerreros (los samurai).
Nosotros nos decidimos para la secunda parte del Nakahechi, que conduce desde Hongu Taisha hasta Kumano Nachi Taisha.
He aquí el recuento.
Día 1: Dainichi-goe
Tras un viaje en tren de Kyoto a Kii-Tanabe, y luego en Autobus hasta Yunomine Onsen, comida. La comida al lado del sitio donde los lugareños (y turistas) cuecen colectivamente sus legumbres, hortalizas y huevos en el agua que sale casi hirviendo de la tierra. También hay baños termales, los únicos en el mundo con la denominación « patrimonio de la humanidad ».

Cometas
De Yunimine Onsen, andando, un par de horitas por el Dainichi-goe hasta llegar al santuario de Kumano Hongu Taisha, posiblemente el corazón de Japón. Este santuario estaba durante siglos mas abajo, en la orilla del rio Shingu, que decidió, en el año 1889, con un tifón, llevarse por delante 1000 años de vida espiritual. en su lugar, Oyunohara, se construyo lo que es el Torii mas grande de Japón (e imagino del mundo, porqué no sé quien mas se dedica a construir Torii).
Día 2: Kogumotori-goe
Tras un desayuno fenomenal en el Minshuku y un par de kilómetros de calentamiento de Kawayu Onsen al punto de salida (el Trail head), nos adentramos en los bosques del Kumano Kodo. Primero subir para elevarse lejos de los ríos (y de la carretera) ; luego andar con caídas de ambos lados. El camino perfecto. Tan perfecto que no me dejan utilizar el bear bell (la campana a osos) que llevo para avisarles que llegamos.

Puente colgante en Koguchi
Después de pasar un ultimo rio llegamos a una antigua escuela en el pueblo de Koguchi que sirve hoy de hospedaje para los viajantes.
Día 3: Ogumotori-goe

Antes de salir, en la escuela Koguchi Shizen-no-Ie

La subida es interminable

Subida

Rio
Una ligera desventaja de los hospedajes japoneses es que las paredes que separan las habitaciones son muy ligeras. En la habitación de al lado teníamos a 4 chicas que hacían el Kumano Kodo también. Respetaron, como todo Japonés, la obligación de silencio a partir de las 10 (la verdad es que a las 9 estábamos durmiendo). Pero a las 4 decidieron que una reunión logística era necesaria para saber quien de ellas iba a andar con quien. A las 4 y 10 unos impresentables europeos decidieron que el porrazo en la pared era necesario. Porrazo light, para evitar pasar el puño del otro lado.
Las chicas se habían adelantado un poco, pero tampoco tanto: aquello se convirtió en un hormiguero a partir de la 6.
Salimos de Kogughi un poco antes de las 8. Una foto, comprar agua, y al ataque. Al ataque de 800 metro de desnivel en 5 kilómetros. Y dentro de esos 5 kilómetros había también bajadas.
Lo peor era una interminable cuesta llamada el Dogiri-zaka , algo como « la cuesta moledora de cuerpos ». Decía el poeta Fujiwara Teika en el año 1201 « Imposible encontrar palabras que describan lo duro que es esto… »
Y lo peor de todo: precioso. El color dominante era el verde. Pero no el verde de las hojas o de de la hierba. El verde de la piedra.
El verde de los jizos, el verde de la piedra mágica de Waroda-ishi que se supone es el salón de té de las divinidades de esos lugares.
Día 4 Descanso en Katsuura
Katsuura esta 6 kilómetros mas abajo desde Kymano Nachi Taisha. Lo recorrimos en autobús y pasamos la noche en el antiguo pero inmenso hotel Urashima.
Katsuura es conocido como el gran puerto atunero de Japón. Siendo época festiva, no entraron los barcos mientras estábamos. Pero el aun es rey. Ya en el suntuario de Nachi entre las típicas ofrendas de sake nos encontramos con dos atunes frescos delante del altar. Y en el Urashima, había un señor cuyo equivalente en España seria partidor de Jamón. Pero en lugar de Jamón, cortaba atún fresco en trozos regulares y los clientes nos acercábamos y llenamos nuestros platos del sashimi mas fresco que se puede imaginar.
En Katsuura también hay Onsen. Las aguas termales salen de todos los lugares, permitiendo al pueblo ofrecer baños de pies y de manos en varios sitios. El hotel tiene nada menos que 7 onsen que van desde el celebre Bukido desde donde ves el día dibujarse encima del mar hasta otro que esta en el piso 33 del hotel y donde es la puesta de sol encima del pueblo de Katsuura y de los montes del Kumano Kodo que se deja apreciar.
Un dia en Katsuura consiste entonces en comer, mojarse en los Onsen y esperar el tren.
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