En el restaurante « The Oyster Conclave » de Hiroshima, solo se podía comer una cosa. Las ostras venían cocidas de muchas maneras. Lo curioso es que esa manera tan favorecida por los Franceses, o sea, la ostra cruda, no iba incluida en la lista.
Al estar cocida, la ostra de Hiroshima (enorme, por cierto), se parece mucho al mejillón de la ria gallega.

Variantes de ostras

Y mas variantes
Un placer.
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