Entre Chushojima y Tambabashi el tren no para.
Podría parar en la pequeña estación de Fushimi-Momoyama. Pero no.
Vendría bien que parase allí para dejarme al lado del banco.
El banco es una sucursal de la muy poderosa SMBC: la Sumimoto-Mitsui Banking Corporation. Aquí se llama la Mitsui-Sumimoto. Porque la Sumimoto era la mas importante de las dos entidades que se reunieron para crear la SMBC. Y cuando hay dos nombres, el mas importante, obviamente, se pone después.
Esta inversión requiere un comentario.
Hay que recordar que Japón es una isla. Todos los países tienen la obligación de hacer las cosas de forma diferente a sus vecinos. En algunos casos eso hasta se puede utilizar para justificar que al no tener la misma costumbre que el vecino de dentro, es que serán dos países diferentes.
Pero si el país es una isla no es suficiente hacer la cosas diferentemente. Las islas van a hacer las cosas no diferentemente, sino al revés. Los Ingleses vamos a conducir por la derecha, comer el queso después del postre. Los Japoneses también tienen costumbres que solo se entienden con esta lógica del « sera al revés ». Conducen igualmente del lado derecho, leen sus libros de la derecha a la izquierda, y escriben los nombres… al revés.
Y lo del orden de los nombres trae sus problemillas. ¿Cuando me presentan al venerable Harimura Temamochi y yo le llamo Harimura Sensei lo estaré llamando Doctor Pepe? ¿Cual es el nombre y cual es el apellido?
En las diferentes trabas administrativas hemos tenido que lidiar con esta cuestión: si a nosotros no nos resulta simple saber si Harimura o Temamochi es el nombre de pila, a los Japoneses tampoco les debe resultar simple averiguar lo que hay que hacer con de la Higuera Lindsey Dorothy. Y cuando ademas el Dorothy esta cortado por la mitad porque no entra en una linea, pues que lio… Y cuando fuimos a registrarnos en el Ward miraron el documento de Lindsey y decidieron que su apellido era Doro. Lo cual ademas suena muy japonés.
Y es como se llama oficialmente ahora.
Escrito entre Chushojima y Tambabashi.
2016-01-28 at 21 h 42 min
Je, je. A mi me bautizaron como « Carratalá », pero eso podría haber sucedido en cualquier otro país.